sábado, 12 de diciembre de 2009

Encasillando por la @

Encasillando a la gente por lo que hay tanto delante como detrás de la @ en su dirección de correo electrónico

En La dirección de correo electrónico un primer filtro en la selección de personal se cuentan cosas interesantes de un estudio de Kevin Tamanini, un psicólogo especializado en recursos humanos. Su análisis tiene que ver con cómo la dirección de correo electrónico puede estar llena de prejuicios a la hora de una selección de personal por ejemplo, según experimentos que ha llevado a cabo con estudiantes y correos reales.

Lo que hay delante de la arroba, normalmente es algo que elige el propio usuario. Pero contiene a veces tantos detalles que puede desencadenar a simple vista prejuicios sobre lo serio o poco serio que es un candidato, si tiene sentido del humor o no, qué tipo de cuestiones le preocupan o interesan, si es más o menos profesional, directo, su capacidad de iniciativa y cosas así.

Como ejemplos de «malas ideas» a la hora de elegir nombres citan alliecat@, bacardigirl@, bighotdaddy@, drunkensquirl@, foxylady@, gigglez217@, que podrían traducirse como gatocallejero@ chicabacardi@ ardillaborracha@ zorrita@ y similares. Los que combinan mayúsculas y minúsculas (aunque en correo da igual porque ambas son equivalentes) ganan puntos en originalidad… pero lo pierden en seriedad. Buenas ideas son fórmulas sencillas como nombre.apellido@ o el nombre ligeramente modificado, algún apodo tranquilo y neutral o incluso el nombre propio con algún número añadido o similar. Y mejor dar temporalmente de lado los frikismos: no a todo el mundo le molan los nombres élficos de El Señor de los Anillos. Además, pudiendo tener varios correos, ¿por qué arriesgarse a liarla?

Hoy en día se diría que incluso lo que va detrás de la arroba es importante de cara a una selección de empleo. No es lo mismo recibir un correo de un @hotmail que de un @yahoo, @gmail, @mac o un @mixmail; hay una gran diferencia entre recibir un correo desde un servicio genérico y gratuito a recibirlo desde un dominio profesional o incluso personal. Con un simple vistazo al contenido del dominio (si tiene una web asociada) se puede examinar a veces la trayectoria profesional de una persona, su blog, una página con sus aficiones… Hoy en día registrar un dominio es barato y fácil, y que se puede redirigir cualquier dominio personal a servicios de correo genéricos, como el popular Gmail. Casi se diría que es una incluso una buena inversión de cara a superar una pre-pre-selección de trabajo, igual que ir vestido apropiadamente, aseado, hablando claro pero sin vulgarismos y ese tipo de cosas tan corrientes como a veces definitorias del carácter de las personas.

FUENTE: Microsiervos.com 7-12-09

martes, 10 de noviembre de 2009

EMPLEADOS FIELES = EMPRESA RENTABLE

Un profesional está ‘engaged’ o comprometido si le apasiona su trabajo, no tiene intención de dejar la empresa, la recomendaría como lugar para trabajar y se siente motivado. Un lujo que sólo se da en un 6% de los empleados europeos.
Comprobado. Existe una relación directa entre el índice de compromiso del empleado y los resultados de negocio. Conseguir que los profesionales, de forma voluntaria, aporten más de lo estrictamente suficiente para cumplir su función en el puesto de trabajo es un lujo para la organizaciones, porque es el detonante de su compromiso con los objetivos de negocio: aporta más porque ello contribuye a su enriquecimiento profesional; aumenta su empleabilidad y, en última instancia, contribuye a hacer la organización más rentable. Sin embargo, algo falla en las empresas europeas cuando sólo el 6% de los empleados manifiesta estar totalmente comprometido. Por países, es en Suecia donde más profesionales (9%) se muestran dispuestos a dar más de sí mismos a la organización, seguidos de Irlanda, donde el 7% de los empleados confiesan estar totalmente comprometidos. Por su parte, España se sitúa en la media europea con un 6%.
Éstos son algunos de los resultados que se desprenden de un estudio sobre compromiso que ha realizado la consultora de recursos humanos Penna. Más de 5.500 profesionales de distintos sectores, empresas de diferentes tamaños, jerarquía y salario han participado en esta encuesta. Elisabeth Roux, directora general de Penna, explica que para la elaboración de este informe, "se reunieron grupos de enfoque y se realizaron entrevistas a directores de recursos humanos de varias organizaciones en Reino Unido para explorar sus retos como empleadores, así como las acciones prácticas que han llevado a cabo para tratar a las diferencias generacionales". El estudio se desarrolló en colaboración con el UK’s Chartered Institute for Personnel and Development –CIP Instituto Público Británico de Personal y Desarrollo– y People Metrics.
Cómo se mide el compromiso
Para Ignacio de Jorge, responsable del área de consultoría de recursos humanos de Penna, "el compromiso es una medida de vínculo emocional con la organización en la que trabajamos. A diferencia de la satisfacción, que es un concepto estático, el compromiso mueve a las personas a hacer algo más e implica iniciativa. Los empleados tienen un motor individual que les ayuda a sacar lo mejor de ellos mismos. La idea de compromiso va ligada a la voluntad, al querer". Añade De Jorge que este fenómeno suele ser superior en las pequeñas organizaciones, sobre todo en las startup. "Sin embargo, son las grandes las que tienen más recursos depara poder gestionarlo y mantenerlo en el tiempo".
Roux afirma que "el grado de compromiso no varía de forma significativa según la industria, tamaño de la organización, género, afiliación a sindicatos o nivel de estudios". No obstante, señala un par de excepciones: la proporción de ejecutivos completamente implicados es significativamente superior que la de los managers; y por otra parte, los empleados con alto rendimiento están más comprometidos que aquellos que contribuyen menos a los resultados.
Según este estudio sólo el 26% de los trabajadores españoles están implicados, pero superan la media europea, que se sitúa en el 24%. Sin embargo, atendiendo a los resultados del compromiso, el 43% de los profesionales nacionales recomendaría su empresa a otros y el 48% haría más de lo que se espera de ellos. Éstos dos valores tienen que ver con la prescripción y el esfuerzo discrecional, respectivamente.
En cuanto a la retención, el 61% de los empleados está dispuesto a quedarse en la organización, uno de los porcentajes más altos de Europa junto con Alemania. Son los trabajadores de Reino Unido los que salen peor parados en este aspecto: sólo un 51% no tiene actualmente intención de dejar su organización.
En lo que se refiere a la pasión, el último de los valores que se analiza para medir el compromiso, el 62% de los suecos manifiestan que les apasiona trabajar en su empresa. Si comparamos los profesionales españoles con sus homólogos europeos en estos cuatro factores clave –prescripción, esfuerzo discrecional, retención y pasión–, éstos dan importancia a tener un sentido de propósito en el trabajo –89% frente al 69% de la media europea–. "También tienden a sentir que cuando la gente está demuestra un bajo rendimiento la mejor solución es su despido (un 35% frente al 14% de la media europea)", aclara Roux.
Por otra parte, sólo el 26% siente que el paquete global de beneficios se ajusta a sus necesidades; la media europea se sitúa en el 35%. Roux añade que "para los trabajadores españoles tener un equilibrio con su vida personal es más importante que en ningún otro país". El 28% de los profesionales valora este factor, frente al 18% de los europeos. "Sin embargo, sólo el 52% siente que su trabajo le permite la conciliación, mientras que el 55% de los europeos lo consigue", apunta.
Qué motiva a los españoles
Este informe de Penna enumera diez factores de motivación clave en España. Los primeros apuntan a que los profesionales piensan que hay excelentes oportunidades de trabajo disponibles para su desarrollo en la organización y que ésta le brinda una respuesta justa a cambio de lo que el trabajador le ofrece. Les siguen otros factores como que la plantilla es tratada con respeto y que la carga de trabajo es manejable.
Los trabajadores españoles también aprecian que la información que reciben de su empresa es fiable, así como el proceso de feedback sobre el rendimiento en su organización que le ayuda a mejorar el suyo propio. En este sentido, De Jorge explica que la actitud de la alta dirección y de los mandos intermedios es determinante: "Los directivos son los responsables de generar confianza en la plantilla llevando a la compañía en la dirección adecuada y también creando un entorno laboral propicio. Por su parte, los mandos intermedios tienen mucho que hacer desde el punto de vista emocional de sus colaboradores, porque mantienen un contacto más estrecho y directo con ellos".
Otros factores que motivan a los profesionales españoles y que impactan en su compromiso es la reputación corporativa de la compañía como lugar para trabajar y su confianza en la alta dirección para que tome las acciones necesarias para el progreso de la organización. Los últimos elementos de motivación están vinculados a su empleabilidad: soy capaz de tener éxito aquí y el trabajo que realizo me supone un reto.
Para el responsable del área de consultoría de recursos humanos de Penna convencer a la alta dirección de la importancia de estos valores que determinan el compromiso de los empleados es clave. De hecho este fenómeno que formaba parte del departamento de recursos humanos ya se ha instalado en el comité de dirección: "En las organizaciones más avanzadas y las de mayor tamaño es el compromiso de los empleados lo que se tiene en cuenta, un paso que trasciende los datos de clima laboral que manejan en otras empresas de menor tamaño".

Publicado el 23-10-2009 por Montse Mateos. Madrid

martes, 11 de agosto de 2009

La nueva gripe puede elevar el absentismo laboral hasta el 50%

Las empresas podrían triplicar sus gastos en absentismo laboral a causa de la gripe A, según un informe de la empresa de soluciones en recursos humanos Randstad, que pone de manifiesto que si esta enfermedad se prolonga en el tiempo, el absentismo podría elevarse hasta el 50% de la plantilla. Este documento indica que, en tal caso, se generaría "un caos" en el mercado de trabajo durante los últimos tres meses del año. De producirse esta situación, Randstad señala que en el último trimestre del año se generaría una demanda adicional a la habitual de 1.500 mozos, 500 administrativos, 700 camareros, 400 dependientes y 800 inventaristas.


Por ello, la firma señala que ante esta situación las empresas deben elaborar un plan de actuación que les permita estar preparados en el caso de contagio de la gripe A entre sus trabajadores y que sirva para asegurar la salud de sus empleados y la viabilidad futura del negocio. El informe de Randstad pone de manifiesto que, según las últimas previsones, esta enfermedad podría afectar el 25% de la población, por lo que señala que las empresas deberían contar con equipos de protección individual y que tendrían que contar con un plan de sustituciones.

Al mismo tiempo, el documento recomienda dar la baja incentivada a un trabajador que trabaje cerca de un empleado enfermo, así como reservar los viajes a aquellos "estrictamente necesarios" e indica que un posible caso de gripe A podría provocar el "absentismo psicológico" de las personas más aprensivas.
10/8/09

miércoles, 15 de julio de 2009

La alternativa al despido existe, pero se usa poco

Antes que despedir al personal siempre es mejor buscar alternativas de cambios en la organización de las empresas. Es el consejo de la mayoría de los abogados laboralistas que contratan las empresas para diseñar un ajuste de costes. Sin embargo la realidad es otra. Uno de los principales bufetes del área laboral, Garrigues, se ha interesado por lo que están haciendo las empresas en flexibilidad interna para combatir la crisis. Los primeros resultados de su estudio apuntan a la falta de alternativas al despido en los recortes de gastos.

"Las empresas están tomando pocas medidas de flexibilidad interna, es un terreno muy virgen, y la dificultad radica en la resistencia sindical a llevarlas a cabo", asegura Federico Durán, socio de Garrigues.

Sin embargo, si hubiera que elegir qué alternativas al despido están teniendo éxito, sin duda serían las relacionadas con la jornada laboral. En este sentido el jefe del Departamento de Derecho Laboral del bufete Ashurst, Juan Alonso, explica que "la jornada laboral ya está demasiado extendida y es inviable su ampliación". En su lugar, los expertos aconsejan su reducción o redistribución a cambio de menos sueldo o días libres.

Los laboralistas consultados apuntan medidas concretas como la concentración del trabajo en cuatro días semanales, de forma que el día que queda libre la empresa se ahorra los costes de funcionamiento; y en otros casos, a cambio de descontar el salario de esa jornada. En esta línea otras empresas están optando por adelantar las vacaciones o por utilizar la distribución irregular de la jornada. Este último caso es útil en sectores con épocas de producción punta como el comercio.

No obstante, José María Guerrero, negociador de convenios de Sagardoy Abogados, explica que las empresas chocan con el rechazo sindical bajo el argumento de que aumentar la jornada en unas épocas y recortarla en otras es incompatible con la conciliación de la vida familiar.

Mucho más difícil que modificar la jornada es cambiar las condiciones salariales. "Ya no hablamos de bajar el sueldo, sólo de congelarlo; es casi imposible, nuevamente por la negativa de los sindicatos", indica Guerrero. No obstante, las empresas buscan las vías de ajustar costes y suelen recurrir a expedientes de regulación temporal de empleo o de reducciones de jornada en el mejor de los casos o de extinción, en el peor. Ante esta situación todos los expertos llaman la atención sobre la preferencia sindical a "tragar" con un expediente de regulación de empleo de suspensión temporal, que en la práctica se traduce en una reducción del sueldo en cómputo anual, ya que durante el periodo en el que no se trabaja se cobra la prestación por desempleo, inferior al salario.

Así, los laboralistas no entienden que los representantes de los trabajadores prefieran un ERE temporal a aceptar una reordenación de la jornada o una congelación salarial. "Los ERE de suspensión están siendo masivos; de hecho, los mayores incentivos al empleo del Gobierno son los destinados a fomentar estos ajustes y no otros menos traumáticos", dice Salvador del Rey, socio de Cuatrecasas.

Otro grupo de alternativas al despido se refieren a la polivalencia funcional. Consisten en fomentar la movilidad en una misma empresa para reorganizar el trabajo. Tampoco estas medidas tienen éxito. "Ahora llevo un pleito por una trabajadora que ha denunciado a una gran empresa por trasladarla de una tienda a otra en la misma ciudad", añade uno de estos expertos.
El "choque cultural"

Un ejemplo de que Spain is diferent también en lo laboral lo da un caso que cuenta un experto sobre una empresa nipona que desembarcó en España. "Los directivos japoneses dijeron a los trabajadores que no podían coger a la vez la media hora para el bocadillo. Cuál fue su sorpresa cuándo los sindicatos batallaron porque siguiera siendo así aunque se paralizara la producción", cuenta este abogado. Salvador del Rey también considera que en España "hay un problema cultural" para aceptar cambios laborales. "En el extranjero es normal que cuando una empresa tiene dificultades se acuerde bajada salarial para todos, pero aquí los sindicatos intentan que sólo los directivos lo hagan", indica Del Rey. En este escenario, surgen otras alternativas como bajar la parte fija del salario a cambio de elevar la variable ligada a objetivos.
El complejo artículo 41 del Estatuto

El cliente es el que manda. Y no siempre pide que le demos alternativas al despido, pero cuando lo hace y le explicamos las complicaciones de aplicarlas, el empresario opta por extinguir contratos", asegura Durán. ¿Cuáles son esas complicaciones? Fundamentalmente las que dictan el Estatuto de los Trabajadores y los convenios colectivos. Así lo explica Salvador del Rey, para quien los procedimientos legales "tienen un nivel de rigidez que no da cabida a soluciones imaginativas" para evitar despidos.

El artículo 41 del Estatuto fija las modificaciones sustanciales del trabajo (jornada, horario, trabajo a turnos, retribuciones, etc.) y obliga a que los cambios se negocien en 15 días. Si no se llega a un acuerdo la empresa puede imponer el cambio, pero los trabajadores llevarán esta situación a juicio. "Todo se judicializa con el agravante de que las resoluciones no admiten recurso", se lamenta Guerrero.

Raquel Pascual - Madrid - 13/07/2009

jueves, 4 de junio de 2009

SUBVENCIONES PARA LA PROMOCIÓN DE LA CONTRATACIÓN ESTABLE Y DE CALIDAD

DEPARTAMENTO DE ECONOMIA, HACIENDA Y EMPLEO
Boletín Oficial de Aragón de 22/05/09
Plazo presentacion: 31/12/09
Observaciones: El plazo de presentación de las solicitudes será de dos meses a contar desde la fecha de alta en la Seguridad Social del trabajador que genera el derecho a la subvención.
Más información pulsa en el link y accederás al BOA explicado:
Ayudas y subvenciones

LA CRISIS ALTERA EL PULSO DE LA FORMACIÓN

La situación económica afecta a todos los ámbitos relacionados con la preparación profesional
JOSEP M. SARRIEGUI

La crisis, ay, también provoca al¬teraciones en el mundo de la for¬mación de directivos y emplea¬dos en general. No son sacudidas telúricas, pero sí desplazamien¬tos significativos, cuyo origen pri¬mordial se encuentra en la reduc¬ción de los presupuestos que des¬tinan las empresas a fines forma-tivos. Las empresas reducen gas¬tos en este apartado, las escuelas de negocios programan semina¬rios de puesta al día y los directi¬vos se educan en nuevos méto¬dos de liderazgo para afrontar la desmotivación, el alto estrés in¬terno y las reestructuraciones de plantillas.

"Junto al marketing, es la pri¬mera área en la que se recortan gastos en tiempos de recesión", observa Céline Brillet, especialis¬ta e innovadora en el campo del coaching (entrenamiento de di¬rectivos para aumentar su capa¬cidad de gestión y motivación de equipos).

"Se están notando los recortes en formación", confirma Julián Trigo, director de Admisiones del Instituto de Empresa Busi¬ness School, "debido a que si las firmas están despidiendo gente resulta muy complicado que pue¬dan justificar el mantenimiento de sus gastos para formar em¬pleados". Una circunstancia, ma¬tiza, que sin embargo "no se está traduciendo en un descenso de las matriculaciones, ya que se compensa por la vía de los direc¬tivos que, debido a que tienen más tiempo disponible, por ejem¬plo por la reducción en el núme¬ro de viajes que realizaban, deci¬den hacer un máster de forma privada".

Con todo, 2009 es el año en que esa tendencia a la baja va a ser más evidente. En 2008 se mantuvieron todavía índices de crecimiento, como demuestran los datos reunidos por la consul¬tora especializada en formación y desarrollo de personas Élogos y la escuela de negocios IESE. En España, empresas, Administra¬ciones públicas y organizaciones empresariales y sindicales desti¬naron el pasado año un total de 2.095 millones de euros a forma¬ción, un 2,24% más que en 2007.

Las que más invirtieron fue¬ron las grandes compañías, que se dejaron 1.010 millones de eu¬ros. No obstante, por primera vez en los últimos años comenzó a descender el número de horas de formación por trabajador (de 34 a 32 en las grandes empre¬sas), aunque la inversión com¬pensó esa caída con un ligero au¬mento de 353 euros a 370 euros por empleado. El e-learning (aprendizaje por vía electrónica) fue el método más favorecido, al¬canzando un 21,9% de toda la for mación impartida si se suma también la modalidad mixta (pre¬sencial más virtual).

Este último rasgo coincide con los datos aportados por Adecco Training, división de forma¬ción del Grupo Adecco. Según su último informe, hecho público en abril, la demanda de e-lear¬ning ha crecido un 30% este año, por su mejor adaptación a los re¬cortes de gastos a los que las com¬pañías se han visto obligadas. Otro segmento formativo que es¬tá experimentando una subida considerable es el coaching, con un 15% de incremento en el últi¬mo año, "por su efectividad para retener a los mejores líderes tras las actuales reestructuraciones de plantillas motivadas por la cri¬sis", según indica el informe.

Céline Brillet, fundadora de la firma de coaching IntoAction, sin¬tetiza en cuatro grandes pregun¬tas las nuevas necesidades a las que se enfrentan los directivos en su día a día para afrontar con éxito la crisis: "¿Cómo incremen¬tar la motivación de los empleados en tiempos de incertidumbre?; ¿cómo aumentar la creativi¬dad en un momento en que los medios tradicionales de hacer ne¬gocio se están quedando obsole¬tos?; ¿cómo mantenerse enfoca¬do en el crecimiento de la empre¬sa cuando el estado de ánimo es¬tá bajo mínimos?; ¿cómo asegu¬rarse que estos niveles de estrés sin precedentes no están impi¬diendo la productividad?". Su em¬presa ha realizado una encuesta, a la que ha tenido parcial acceso este diario, entre directivos de grandes firmas internacionales. Su objetivo era sondear cuáles eran sus principales preocupa¬ciones en esta época convulsa.

"Hacer frente a una crisis es como enfrentarse a una tormen¬ta" fue la respuesta de Francisco da Rocha Campos, uno de los vi¬cepresidentes de American Express, para quien "el liderazgo es un esfuerzo grupal y, aunque la responsabilidad recaiga sobre una persona, todo puede ser dis¬cutido, ya que todos los miem¬bros del grupo están involucra¬dos. Después de todo, ellos lleva¬rán el barco a través de la tor¬menta". Según los datos recaba¬dos por Élogos e IESE, es precisa¬mente en el área de Desarrollo del Liderazgo donde las grandes empresas, acuciadas por sacar el máximo partido a sus directivos y mandos intermedios, prevén una mayor inversión formativa en 2009.

"Organizamos reuniones para explicar la estrategia. Además, re¬corro los pasillos y le dedico tiem¬po a la gente. No quiero que los despidos desestabilicen a nues¬tros mejores trabajadores", fue la respuesta de Charles Manby, Managing Director de Goldman Sachs, en la encuesta menciona¬da. Una demostración más de que una buena formación en re¬cursos humanos se ha vuelto cen¬tral hoy en día en las empresas azotadas por la incertidumbre, al¬go que, según Céline Brillet, debe¬ría conllevar la potenciación de la figura del líder-coach, caracte¬rizada por la transmisión de una fuerte empatia y capacidad de es¬cucha y motivación para que sus empleados ganen autonomía en la toma de decisiones.

Esta prevalencia del área de recursos humanos en tiempos de recesión, despidos, estrés e incertidumbres, unida a la necesidad de dotar a los directivos de for¬mación específica al respecto, viene refrendada por diversos ex¬pertos de escuelas de negocios consultados. Según Fernando Ballabriga, director del área de Eco¬nomía de ESADE, "los departa¬mentos relacionados con la cri¬sis, como Recursos Humanos, Ciencias Sociales y Economía, son los que más demanda tienen en los últimos meses y los que se han visto más reforzados por el interés de los alumnos, que son los que nos reclaman que añada¬mos a los programas ya estableci¬dos temas vinculados a la crisis".

Otro de los campos en que la demanda se ha exacerbado es el financiero, lo que incluye el aprendizaje vinculado a la refi¬nanciación de proyectos y las nuevas formas de obtener finan¬ciación, recuerda Julián Trigo y refrenda Jordi Díaz, director de Programas de la escuela de nego¬cios EADA, quien destaca la nece¬sidad de educar en aspectos co¬mo "el modo de afrontar una ne¬gociación bancaria o cómo pro¬poner una oferta ganadora".

Sin embargo, según Ballabri-ga, aún no ha habido tiempo pa¬ra que se cambie la osamenta de los programas, ya consolidada con los años y en la que no faltan materias como la gestión de cri¬sis. Algo que confirma también Jordi Díaz. "No nos movemos por la coyuntura, pero tampoco rehuimos la actualidad; lo que no podemos hacer es posicionar-nos como una institución que te ayuda a salir de la crisis", dice con un punto de ironía. En efec¬to, un sondeo entre diversas es¬cuelas de negocios corrobora es¬ta tendencia. En general, no se han modificado programas, pero materias como la gestión de cri¬sis. Algo que confirma también Jordi Díaz. "No nos movemos por la coyuntura, pero tampoco rehuimos la actualidad; lo que no podemos hacer es posicionar-nos como una institución que te ayuda a salir de la crisis", dice con un punto de ironía. En efec¬to, un sondeo entre diversas es¬cuelas de negocios corrobora es¬ta tendencia. En general, no se han modificado programas, pero sí se han añadido sesiones dedica¬das a explicar la crisis y a formar para afrontarla. Y, sobre todo, en los últimos meses se han puesto en marcha infinidad de semina¬rios paralelos sobre la recesión. Valgan algunos ejemplos, que dan una pauta clara de cómo se mueven universidades y escue¬las de negocios en el contexto ac¬tual. EADA organizó en abril un seminario de tres días titulado Retail: cómo aumentar los resultados en tiempos de crisis y otro en mayo denominado Concurso de acreedores, centrado en la ley concursa! y en lo que antes se denominaba suspensión de pa¬gos. La Escuela Complutense de Verano ha programado para to¬do el mes de julio el curso Ges¬tión de empresas en crisis, cómo sobrevivir y vencer al cambio de ciclo. IESE ha organizado, desde noviembre de 2008 hasta junio, un Ciclo de Programas sobre Gestión de Crisis, con seminarios in¬tensivos de un día de duración (el 10 de junio tendrá lugar en Barcelona el de Gestión de la co¬municación en tiempos de crisis). EOI ha llevado a cabo en mayo la sesión monográfica Estrategia y toma de decisiones en tiempos difí¬ciles.

ESADE, dentro de su máster GEMBA (Global Executive MBA), ha impartido en mayo en Madrid el curso La economía mundial en el cambio de siglo, al que han aña¬dido diversos módulos dedicados a explicar la crisis, con especial énfasis "en el fallo garrafal del sistema financiero en su función de canalizar el ahorro", según Fernando Ballabriga, quien ha impartido el seminario. La escue¬la de negocios de ingeniería BES La Salle, además de varios semi¬narios de corta duración, ha in¬cluido en los programas de más-teres de gestión las materias Cri¬sis management y Dirección en pe¬riodos turbulentos.

IE Business School cuenta con una amplia programación sobre la crisis para mayo, junio y julio, aunque algunos de los cursos no estén directamente organizados en función de la actual coyuntu¬ra, como el titulado Financiación y refinanríación de proyectos inmo¬biliarios en tiempos de crisis, que ya alcanza su quinta edición. En¬tre los novedosos, Reestructuracio¬nes empresariales para afrontar el futuro con éxito.

EAE, especializada en recur¬sos humanos, ya se adelantó el verano pasado con un monográfi¬co sobre las oportunidades en tiempo de crisis y, a través de su Centro de Estudios de Morosolo-gía, ha continuado durante este curso organizando sesiones so¬bre cobro de impagados, morosi¬dad y otras materias vinculadas al actual momento económico. ESIC ha programado el curso Có¬mo dirigir equipos comerciales de alto rendimiento en escenarios de recesión económica. Deusto Busi¬ness School ha organizado ciclos de charlas (Leadership Forum) con empresarios relevantes, que trasladan su experiencia profe¬sional y vital, poniendo especial énfasis en transmitir su visión so¬bre la crisis actual. Y suma y si¬gue en una relación que se haría interminable.

EAE, especializada en recur¬sos humanos, ya se adelantó el verano pasado con un monográfi¬co sobre las oportunidades en tiempo de crisis y, a través de su Centro de Estudios de Morosolo-gía, ha continuado durante esté curso organizando sesiones so¬bre cobro de impagados, morosi¬dad y otras materias vinculadas al actual momento económico. ESIC ha programado el curso Có¬mo dirigir equipos comerciales de alto rendimiento en escenarios de recesión económica. Deusto Busi¬ness School ha organizado ciclos de charlas (Leadership Forum) con empresarios relevantes, que trasladan su experiencia profe¬sional y vital, poniendo especial énfasis en transmitir su visión so¬bre la crisis actual. Y suma y si¬gue en una relación que se haría interminable.

Con todo, nada hace pensar que los programas generales no vayan a sufrir retoques en el futu¬ro atendiendo a la nueva situa¬ción económica mundial surgida del seísmo de la crisis, sobre todo si escuchamos algunos signos que llegan desde prestigiosas es¬cuelas de negocios extranjeras, como la University of Chicago Booth School of Business, que en marzo anunció que modificaba el currículo de su Executive MBA para introducir especialida¬des en finanzas, marketing y es¬trategia, o como la ESSEC de Pa¬rís, que ha añadido contenidos de humanidades, artes y ciencias en su MBA, para que los alum¬nos y futuros líderes empresaria¬les "tengan una comprensión am¬plia y sólida del mundo", según Laurent Bibard, profesor y deca¬no de los programas de MBA, al tiempo que "se refuerza su senti¬do de la ética y la responsabili¬dad corporativa".

"El primer trimestre del año fue de parálisis completa, pero desde la última semana de mar¬zo hasta hoy se ha animado muy significativamente el número de matriculaciones en el área de másteres a tiempo completo", ex¬plica con alivio Ángel Bizcarrondo, director general del Centro de Estudios Garrigues. Un brote verde de optimismo que confirma la reciente encuesta llevada a cabo por Círculo Formación en¬tre las escuelas de negocios parti¬cipantes en la FIEP (Feria Inter¬nacional de Estudios de Posgra¬do), celebrada este mes de mayo en Madrid. Los resultados arro¬jan una previsión de aumento de las matriculaciones del 3,5% en 2009 respecto a 2008, un incre¬mento que aún se ha de confir¬mar, motivado por la necesidad de lograr una mayor capacita¬ción para competir por los mejo¬res puestos de trabajo en estos tiempos de escasez.

Simultáneamente, este mis¬mo mes la Fundación Universi¬dad Empresa (FUE) y la Cámara de Comercio de Madrid han he¬cho público su informe Compro¬miso laboral de los universita¬rios, que analiza las motivacio¬nes de 3.000 estudiantes y titula¬dos de 63 universidades españo¬las a la hora de buscar trabajo. Entre sus resultados, el 15% ex¬presa su interés por realizar un máster o doctorado al acabar la carrera. Además, señala el estu¬dio, "la posibilidad de recibir for¬mación en la empresa es, junto con la posibilidad de desarrollar su carrera profesional y poder realizar un trabajo gratificante, uno de los tres criterios de ma¬yor peso a la hora de valorar una oferta de empleo".

Otro dato destacado es que un 83% prefiere trabajar en una em¬presa que les permita seguir estu¬diando y en la que puedan "aprender constantemente". A es¬ta preocupación por la forma¬ción en un mercado de trabajo menguado y muy competitivo se suma el reciente anuncio de que el Gobierno destinará 70 millo¬nes de euros para pagar máste¬res oficiales en universidades pú¬blicas a parados de entre 25 y 40 años.

"Los másteres que más aten¬ción están captando", añade Án¬gel Bizcarrondo, "son los de Re¬cursos Humanos y Derecho Labo¬ral; en el caso del primero debido a que los departamentos relacio¬nados con el personal se tienen que reforzar para afrontar pro¬blemas nuevos, como un mejor aprovechamiento de los recur¬sos internos y las reasignaciones de puestos; en el caso del Dere¬cho Laboral, se debe sobre todo al incremento de la conflictividad laboral por las regulaciones de empleo". Además de estos dos áreas, la crisis también favorece a las relacionadas con el liderazgo de la innovación. El Instituto Universitario de Posgrado (IUP), del Grupo PRISA, aporta un dato significativo al respecto: su más-ter en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación ha visto incrementar su número de alum¬nos de 51 en 2008 a 65 en 2009.

Según las escuelas de nego¬cios consultadas, si por un lado existe una mayor conciencia indi¬vidual sobre la necesidad de for¬marse a fondo, en el lado negati¬vo de la balanza se encuentran los estudios in company (es decir, organizados a medida de la em¬presa solicitante), que son los que más padecen los recortes de gastos en formación originados por la crisis.

Por su parte, el segmento de las compañías de cazatalentos es¬tá viendo cómo aumenta la de¬manda en aspectos relativos a la formación, al tiempo que caen las solicitudes en el campo de la búsqueda de directivos. Así lo ob¬serva en su día a día Alvaro Arias, responsable para España de la firma de headhunters Neu-mann. "La crisis ha estimulado la demanda de diagnósticos de competencias de directivos, so¬bre todo debido a que con los pla¬nes de reducción de plantillas se contratan menos altos cargos y se busca sacar el máximo parti¬do a los que ya se tiene", apostilla Elisa Martínez, socia de Neumann, quien agrega que esa peti¬ción de diagnósticos se ha visto también acrecentada por los pla¬nes de sucesión para directivos que se jubilan o se acogen a pla¬nes de bajas incentivadas.
Según Alvaro Arias, algunas de las necesidades más acucian¬tes en la reeducación de los direc¬tivos pasan ahora por cómo reenfocar la comunicación interna y cómo crear un clima laboral que suponga otorgar confianza a los empleados. Además, destaca el back to basics, es decir, el regreso a los orígenes (vigilancia de cos¬tes, visión a largo plazo...), y el coaching, con el que mantener la motivación de las plantillas.

Y es que, como apunta Céline Brillet, "los líderes están hoy un poco perdidos; hay poca claridad respecto al futuro en las empre¬sas, que no saben si focalizarse en el corto o en el largo plazo, y muchas acaban decantándose por la primera opción, lo que im¬plica centrarse en los recortes de gastos, empezando por los de for¬mación".

Según Alvaro Arias, algunas de las necesidades más acucian¬tes en la reeducación de los direc¬tivos pasan ahora por cómo reen-focar la comunicación interna y cómo crear un clima laboral que suponga otorgar confianza a los empleados. Además, destaca el back to basics, es decir, el regreso a los orígenes (vigilancia de cos¬tes, visión a largo plazo...), y el coaching, con el que mantener la motivación de las plantillas.

Y es que, como apunta Céline Brillet, "los líderes están hoy un poco perdidos; hay poca claridad respecto al futuro en las empre¬sas, que no saben si focalizarse en el corto o en el largo plazo, y muchas acaban decantándose por la primera opción, lo que im¬plica centrarse en los recortes de gastos, empezando por los de for¬mación".

Una visión cortoplacista que a la larga se paga: "En general los directivos en España no están su¬ficientemente formados; los líde¬res no cuidan a sus equipos y no se está invirtiendo en una verda¬dera formación que cambie los comportamientos para no incu¬rrir en los errores anteriores", asevera Brillet, para quien "el en¬foque del líder-coach desarrolla los sentidos de responsabilidad y autonomía: los empleados to¬man el control de sus propios ro¬les y reducen la dependencia de su jefe, dejándole libre para que se centre en temas más estratégi¬cos".

Por algo, como subraya Ju¬lián Trigo, la gestión de conflic¬tos, la mejora del liderazgo y el manejo de equipos son tres de las necesidades formativas bási¬cas que la crisis está "reforzando y reviviendo". Tal vez nunca de¬bieron quedar en segundo plano.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Los contactos personales mandan en el mercado laboral

En los malos tiempos, una manera de ahorrar costes es contratar por el viejo método de la red de contactos. Tiene la ventaja de que el nuevo trabajador conoce mejor dónde está entrando y es más probable que se adapte bien a la empresa. Por eso, una mayoría de puestos de trabajo no salen a la luz, especialmente en sectores como la banca y la farmacia.

Un informe de Creade Lee Hetch Harrison, consultora del Grupo Adecco, señala que entre sus clientes el mercado oculto de ofertas es del 80%, es decir, que no se anuncian en los portales de ofertas de empleo, ni en los anuncios de prensa, ni a través de consultoras. Hace un año eran el 60%, según Nekane Rodríguez, directora general de Creade. El método del boca a boca se usa en todos los países de Europa, desde los países nórdicos hasta los sureños, señala Ceferí Soler, profesor de Esade. "Desde principios de los noventa hacemos estudios cuatrianuales que lo demuestran", cuenta.

En los tiempos de bonanza es más habitual contratar a consultoras de recursos humanos (cazatalentos incluidos) que se ocupen de buscar empleados. "A los headhunters no creo que recurran mucho ahora salvo en casos extremos, para ocultar cambios de estrategia a la competencia", explica Rocío Bonet, profesora de Recursos Humanos de IE Business School. Lo que puede ocurrir, según Ignacio Bao, presidente de la firma de cazatalentos Bao & Partners, es que aunque una empresa no esté buscando a nadie para un puesto, pueda crear un puesto específico para alguien que le interese y que se haya quedado en paro.

Otras veces las compañías son reticentes a publicar ofertas masivas de empleo por miedo a que sus competidores piensen que algo no funciona bien en la empresa, señala el estudio de Creade. Y en situaciones como la actual, en la que los despidos son la nota predominante, contratar nuevo personal "podría no estar bien visto por parte de los trabajadores o por la propia competencia".

Cuando se contrata por referencias, explica Bonet, los nuevos empleados conocen la cultura de la empresa porque ya se la ha dado a conocer el contacto interno, que sabe que encaja en la organización. "Así se ahorran el periodo de prueba y se favorece la retención del personal", explica, lo que también ayuda a reducir los costes. Sin embargo, "en periodos de crisis las oportunidades son menores, y los que buscan trabajo tienden a coger lo primero que les ofrecen, aunque no encajen mucho en la cultura corporativa".

No se debe confundir este método con el enchufismo, advierte Bonet, porque la reputación del referidor también se pone a prueba (a veces incluso se llevan una bonificación, según explican desde Creade). El problema puede venir, advierte, si el nuevo promociona antes que el antiguo. El aspecto negativo de contratar gente con similares actitudes y personalidades, señala Bonet, es que cuando se quiere hacer un cambio de mentalidad en la compañía resulta bastante más difícil.

Los sectores que más esconden sus puestos libres son, según el informe, la banca, la farmacia y el gran consumo. En el sector financiero se busca gente de confianza, por el tipo de información que se maneja. "aunque ahora mismo no buscan a nadie", matiza Soler. En el farmacéutico la causa es similar, la protección de patentes, mientras que en el gran consumo el motivo es la alta competencia empresarial.

A eso se añaden las empresas pequeñas, que no tienen ni departamento de recursos humanos, ni web, ni capacidad para externalizar el proceso, recuerda Ignacio Bao. Hay otro tipo de ofertas semiocultas, recuerda: las de las web corporativas. "Hay muy poca gente que entra en ellas, pero las utilizan mucho, sobre todo las grandes empresas".

Carlos Gómez Abajo - Madrid - 05/05/2009

miércoles, 15 de abril de 2009

Cuándo y cómo conviene cambiar el equipo

Apenas ha durado un año. Esta semana el presidente del Gobierno ha realizado cambios en seis ministerios. Hace un año que Rodríguez Zapatero nombró al equipo que en teoría iba a acompañarle en su segunda legislatura. No ha podido ser. El presidente ha decidido rodearse de pesos pesados del partido socialista para hacer frente al difícil momento que atraviesa España y ha realizado cambios en seis ministerios. Al margen de ideologías y de que la elección pueda gustar más o menos, ¿eran necesarios estos cambios cuando apenas han transcurrido 12 meses desde su nombramiento? 'Había que hacerlo porque se había perdido la ilusión, otra cosa es que lo consiga, pero era necesario poner a otro tipo de personas al frente del gobierno porque éstas deben ser un referente para los distintos sectores de un país, que había perdido ilusión en el equipo político', afirma José Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE.

Es difícil dar recetas porque no hay plazos establecidos. 'Puede ser al cabo de un año, de dos o de cinco. Cuando ves a la gente desmotivada y no tiene ideas para trabajar de cara al futuro hay que realizar los cambios de equipo', afirma Ramón Adell, vicepresidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Los expertos coinciden en que cuando algún miembro del equipo de mando se encuentra desmotivado, cansado o sobrepasado por las circunstancias debe abandonar el grupo. Como ejemplo de apatía puede servir la respuesta que dio el ex ministro de Economía Pedro Solbes, cuando admitió, ante los medios de comunicación, que envidiaba del dimitido Mariano Fernández Bermejo que era 'ex ministro'. 'Cuando se pierde la ilusión, la inspiración o creencia de que se pueden hacer cosas hay que realizar los cambios', señala el consultor Luis Huete, que destaca el papel del máximo responsable en toda renovación, que ha de saber trabajar en grupo y ejercer como codirector de orquesta. 'Para que un equipo sea capaz de afrontar un proyecto, el líder tiene que saber movilizar su energía. Es fundamental que haya un proyecto que enganche, que haya cohesión y que la ejecución y el anclaje se haga muy bien', afirma.

Un cambio de equipo, prosigue Diego Vicente, hay que realizarlo en función de los resultados. 'Lo importante es cumplir los objetivos y, en ese sentido, los políticos no son un buen ejemplo, ya que deberían aprender de los modelos organizativos', afirma el docente del IE, para quien lo importante es tener un objetivo claro y un plazo para que se cumpla. Lo que se tiene que buscar, añade, es un equipo eficaz, que tenga capacidad para creer en el proyecto, tener visión a medio o largo plazo y hacer partícipe al resto de los colaboradores de la toma de decisiones. 'No concibo ningún cambio sin tener en cuenta a las personas sobre las que va a incidir, por lo que a un equipo se le debe pedir visión, innovación y capacidad de entendimiento con las partes implicadas'.

Un líder debe tener buen criterio y reflexionar, nunca improvisar, sobre la idoneidad del equipo. 'La experiencia de generar y de construir un buen equipo que funcione eficazmente es más exquisito de lo que la gente se piensa. Por falta de experiencia y de preparación se trivializa y se reflexiona menos', señala José Medina, presidente de la empresa de servicios profesionales y búsqueda de alta dirección Ray & Berndtson. En primer lugar, es crítico saber elegir a la persona adecuada para cada uno de los puestos y para que posteriormente el equipo funcione eficazmente, no sólo en cada una de sus áreas, sino en la interconexión entre ellas. Es una de las claves del liderazgo. Al tiempo de reflexión que debe tomarse el líder también se refiere Manuel Pimentel, empresario y consultor, que fue ministro de Trabajo durante el mandato de José María Aznar. 'El responsable debe dedicar tiempo a la elección de los perfiles más adecuados, que no siempre coinciden inicialmente con los mejores'.

En el actual cambio y remodelación del Gobierno, añade Medina, se hallan presentes circunstancias que no se daban en el momento de las anteriores elecciones. 'La realidad de la vida política obliga a tomar decisiones con cierta incertidumbre o desconocimiento de la totalidad de los ingredientes y fuerzas que operan en el entorno. Tanto en el mundo de las organizaciones como en el de la política, situaciones distintas exigen equipos diferentes y la capacidad de acción y de toma de decisiones prevalece sobre la experiencia funcional concreta'.

También conviene diferenciar, señala Pin Arboledas, entre equipos temporales y permanentes, aquellos que se crean para durar, 'y que deberían permanecer por lo menos media legislatura, y en este caso ha habido que cambiarlos'. El profesor del IESE destaca tres tipos de equipos relacionados con la manera de comportarse de sus colectivos. El quirúrgico, dice, es el que monta el cirujano y es el que ejecuta las órdenes que éste le da. El de baloncesto es aquel en el que el capitán del equipo ofrece las grandes líneas de trabajo y cada uno tiene que cooperar con los demás, agrega Pin Arboledas. Y el de orquesta de jazz, donde cada miembro realiza su trabajo en cooperación espontánea con los demás. 'Para toda esta tipología se necesitan unas reglas de funcionamiento para que lo que se vaya a hacer sea riguroso, y se necesita voluntad por parte de todos para conseguir los objetivos del equipo, de manera que cuando se ve que algún miembro del equipo no actúa en función del bien común debe cambiarse', afirma.

Disciplina y conocer la función de cada uno es clave para que un equipo funcione. 'Tiene que haber complicidad y conocimiento sobre el cometido que tiene cada persona', dice Luis Huete, que fija en un año el plazo que se debe dar a un grupo para ver si resulta óptimo el cambio.

Otro elemento fundamental para el director de una organización es el momento de ejecutar los relevos y ascensos. 'Resultan del todo imprescindibles para mantener la estructura en tensión creativa, ya que muchos años de monotonía terminan adocenando a los músculos más ejercitados. Los ascensos y cambios, si son acertados, motivan', asegura Manuel Pimentel. Por el contrario, 'si son equivocados generan un profundo malestar interno y una nula efectividad externa'. Por tanto, hacer cambios es positivo, si los cambios son acertados. Otro asunto menos abordado, cree Pimentel, es la modificación de los organigramas, tarea a veces más compleja que la mera sustitución de personas. '¿Están bien definidas y compenetradas las competencias? ¿Existen lagunas o reiteraciones en la escala de mando e información? ¿Permite responder de forma eficaz a las demandas del mercado y la sociedad? Son preguntas que el gestor con talento debe responderse antes de tomar esta decisión'.

Los relevos dentro de cualquier organización o institución, señala Ramón Adell, son complejos y depende de las necesidades de ese momento. 'Hay directivos de primer nivel que han hecho crecer a sus compañías y no han sido relevados, y hay casos en los que a partir de un momento determinado es necesario que entre en la organización savia nueva', señala el vicepresidente de CEDE. Porque el deseo de todo cambio es que genere nuevos objetivos e ilusiones, 'pero no conflictos, para ello conviene implantar todas las modificaciones de manera rápida con el fin de que no se resienta la organización'. Asegura Adell que lo ideal es diseñar un itinerario y apuntar la solución con decisión. 'Cuando las cosas van mal lo que deseamos de un líder es que coja la bandera e ilusione con el proyecto'.

Según un estudio de Accenture, los primeros ejecutivos españoles consideran que facilitar el cambio organizativo es una de sus tareas prioritarias. Sin embargo, sólo un 14% asegura estar satisfecho con los resultados obtenidos y un 60% de los procesos de cambio suele fracasar. 'El problema es que siempre se tiene resistencia a lo desconocido pero hay que verlo como algo normal, no como algo molesto. Se deben respetar las resistencias y ayudar a combatirlas', afirma Diego Vicente.

Claves. Ocho pasos que hay que dar
1. Generar sensación de urgencia. El cambio debe responder a un imperativo de negocio que venza la desmotivación de las personas cuando llegan los momentos duros y de duda.

2. Crear una coalición que lidere la iniciativa. No basta sólo con el apoyo de la dirección general, es necesario un grupo de apoyo al cambio.

3. Generar una visión sobre cómo debe ser el futuro de la organización, pero además ha de ser fácil de comunicar a los clientes, empleados y a los accionistas.

4. Comunicar la visión, que ha de contar con la actitud y el comportamiento de los líderes de la organización para que resulte efectiva.

5. Eliminar los obstáculos, que surgen en el camino, reforzando la actitud de quienes suman y corrigiendo la de aquellos que se oponen.

6. Planificar y obtener logros rápidos, de esta manera el proceso de cambio gana credibilidad, aporta los beneficios buscados y refuerza el comportamiento de quienes apoyan el cambio.

7. No cantar victoria antes de tiempo. Los éxitos parciales deben celebrarse pero sin declarar ganada la guerra. Los líderes deben capitalizar la credibilidad conseguida y continuar con el proceso.

8. Consolidar el cambio en la organización, y esto se consigue demostrando a las personas que el nuevo modelo contribuye fundamentalmente a vencer el riesgo y asegurando que la siguiente generación de mandos está en sintonía con el cambio.

Paz Álvarez - 10/04/2009

miércoles, 1 de abril de 2009

Cuando el salario del jefe está en manos de su equipo

Sus subordinados creen que su trato es poco justo, que no comunica bien, que no sabe delegar o que no gestiona bien sus emociones? Puede que este año cobre un poco menos de lo que pensaba. Los directores y gerentes de la compañía gallega de telecomunicaciones R Cable lo saben muy bien, y es que del 45% al que puede llegar su retribución variable sobre el salario total, un 5% dependerá de la satisfacción de sus subordinados.

'Hacemos encuestas de clima laboral desde el año 2000 y en 2007 comenzó a tener repercusión económica para los directivos. Se mide a través de una encuesta externalizada, online y anónima que se considera positiva a partir del 65% de puntuación favorable. Tiene que ser muy exigente para que funcione', comenta Santiago Vázquez, director de recursos humanos de R Cable.

Estos modernos modelos retributivos hacen que las compañías vayan más allá de la consecución de los objetivos económicos o la correcta elaboración de las funciones profesionales. La gestión de las personas por parte de los directivos (cuya motivación, además, se verá reflejada en la productividad, según señalan los expertos) adquiere tal importancia que ha llegado a objetivarse y cuantificarse hasta repercutir en el propio salario. 'Al principio no fue fácil porque algunos profesionales creían que las relaciones humanas no se encontraban dentro de sus funciones laborales, pero enseguida se pusieron a trabajar en ello. Ha sido un impacto cultural importante y estamos muy satisfechos con los resultados', añade Santiago Vázquez.

Montse Ventosa, directora general de Great Place to Work Institute en España, asegura que estos sistemas responden a un cambio de liderazgo muy importante. 'Se trata de involucrar a los jefes en la gestión de las personas. Ahora, además de ser los mejores en sus labores profesionales técnicas, tienen que saber tratar a la gente y motivarles', destaca. Se les pagará por ello.

Desde Esade, el profesor de recursos humanos Ceferí Soler comenta que sólo las compañías más modernas están incorporando estos modelos. 'Los resultados económicos mandan, pero poco a poco se va teniendo más en cuenta la gestión de las personas por parte de los ejecutivos', apunta. 'En ocasiones las empresas tienen en cuenta aspectos como la promoción de los subordinados, la formación que estos realizan o la reducción del absentismo a la hora de pagar los bonus a los directivos', añade.

Microsoft es otra de las compañías que cuenta con un modelo retributivo de este tipo, y una de las pioneras en España. 'Dentro de los objetivos generales de cada director de área existe un apartado específico en el que se valora el grado de satisfacción de sus equipos y que está ligado a su salario variable', señala Esther Pérez, gerente de recursos humanos de Microsoft. En este caso se miden una serie de indicadores a través de una encuesta de clima interno que se realiza cada año. 'Llevamos mucho tiempo con este modelo y es muy importante para valorar a los directivos', añade Pérez.

Entre las ventajas de este tipo de modelos de retribución, los expertos aseguran que generan confianza y compromiso por parte de los trabajadores. 'Cuando preguntas a la gente si está contenta en su trabajo, o con su superior directo, espera que se haga algo. Y si no vas a actuar, mejor que no preguntes. Este sistema hace que la gente vea que sus opiniones realmente se tienen en cuenta y sirven para algo', comenta Santiago Vázquez, de R Cable.

La satisfacción de los empleados es cada vez más importante para las compañías, y los jefes tienen mucho que ver en esto. 'Las personas entran en las empresas y muchas veces se van por sus jefes', señala Montse Ventosa. Pero, ¿dónde fallan los directivos? La directora general de Great Place to Work asegura que las valoraciones negativas de los directivos suelen estar vinculadas al trato personal más que a las capacidades técnicas de los superiores. 'Los mandos intermedios están sometidos a mucha presión y muchas veces no se dan cuenta de que una mala contestación puede tener un impacto importantísimo en la gente', explica.

Así, hecha la encuesta y vistos los resultados, comenzarán los planes de acción para mejorar los aspectos en los que se ha fallado. Si se trabaja bien, el año que viene se obtendrá recompensa.

Evitar sabotajes al superior
Permitir que la opinión que los trabajadores tengan de sus superiores directos pueda incidir en el sueldo de éstos es, sin duda, un concepto de lo más moderno que se integra en modelos de cultura corporativa que priman la satisfacción de sus empleados. Pero no es fácil de implantar.

'Es muy importante que existan unos niveles de confianza para que los trabajadores sepan que pueden decir la verdad sobre sus jefes sin que haya ninguna represalia. Es un sistema para empresas muy maduras y tiene que estar muy bien objetivado para que no se convierta en un arma de doble filo con la que los empleados puedan sabotear al jefe', destaca Montse Ventosa, directora general de Great Place to Work.

Por su parte, Ceferí Soler, profesor de recursos humanos de Esade, asegura que para que este modelo funcione, tanto las compañías como los propios directivos tienen que estar preparados. 'Los jefes tienen que prepararse para evaluar y, a su vez, cuando reciban las evaluaciones, aunque no sean favorables, tienen que comprender que la opinión de las personas es muy importante', apunta Soler.

Andrea Pérez-Bouzada - Madrid - 30/03/2009

miércoles, 4 de febrero de 2009

Un poco de humor...

Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:

- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro!

- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km. Del centro ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche

- Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?

- Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es 'técnicamente correcto', pero 'prácticamente inútil': continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.

- Es usted jefe, ¿verdad? -pregunta el de la calle.

- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?

- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de encontrarnos, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía.

martes, 27 de enero de 2009

La gestión del ERE, asignatura pendiente en las empresas

Corrillos, rumores, inseguridad, un ambiente enrarecido y desmotivación. Éstas son las consecuencias inmediatas, y perniciosas, de un expediente de regulación de empleo mal gestionado. Una encuesta elaborada conjuntamente por Estudio de Comunicación, compañía líder en comunicación corporativa en España, y CincoDías -La comunicación de las empresas en los ERE y en situación de crisis laboral- desvela que dos de cada tres trabajadores de las empresas que están inmersas en proceso de despidos colectivos no perciben que se hayan utilizado adecuadamente las herramientas de comunicación interna. Además, el 78% afirma que ha perdido la motivación profesional una vez finalizada la crisis laboral.

Las cifras de desempleo registradas en España dibujan una situación muy dura. El viernes se conocían los datos de la Encuesta de Población Activa correspondientes al año 2008 y ya no hay dudas sobre el alcance de la recesión que sufre la economía española: el pasado año se destruyeron 620.100 empleos, la mayoría, casi medio millón, en el último trimestre, y el paro afecta ya a 3,2 millones de trabajadores. El número de ocupados ha vuelto a situarse por debajo de los 20 millones.

Como consecuencia de ello, cada día son más los trabajadores inmersos en expedientes de regulación de empleo. En los doce meses comprendidos entre noviembre de 2007 y octubre de 2008 se autorizaron en España un total de 4.481 expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectaron a 104.955 trabajadores. Una mínima parte de estos expedientes fue de reducción del tiempo de trabajo (149 de ellos); la mayoría contenían extinción o suspensión de contratos.

Deterioro empresarial

La expansión de los ERE y los rumores de despido generalizado son caldo de cultivo para el deterioro de la vida empresarial y profesional. Para que no cunda el desánimo, incluso en momentos de incertidumbre como los actuales, es imprescindible tender canales permanentes de comunicación entre la dirección y los empleados, evitar las filtraciones y decir la verdad en la medida en que las decisiones industriales puedan ser comunicadas a la plantilla.

Pero no es fácil gestionar una crisis laboral, y son escasas las compañías que satisfacen las expectativas de los empleados cuando se desencadena un proceso de regulación de empleo. La mayoría de las direcciones no comunican directamente a sus empleados la apertura de un expediente de despido colectivo, y son los corrillos y el boca a boca la principal fuente de información.

De hecho, sólo un 10% de los trabajadores se sienten parte de la empresa cuando se ha anunciado un ERE. Además, cabe mencionar que los empleados escuchan y entienden mayoritariamente lo que se les dice sobre las razones de los despidos, pero son pocos los que están de acuerdo con las explicaciones que les proporciona la dirección de la compañía. Los departamentos de recursos humanos y los abogados que asesoran a las direcciones en este tipo de crisis no consiguen conectar con los trabajadores.

La noticia suele llegar por el canal menos apropiado. Según revela el informe, sólo el 32% de los entrevistados fue convocado por su jefe directo, el responsable de su departamento o el consejero delegado (7%). Los trabajadores que manifestaron haber conocido el conflicto laboral mediante una comunicación oficial recibieron información mayoritariamente, un 60%, en una reunión. Destaca en este conjunto de respuestas el hecho de que ningún entrevistado ignoraba cómo le había comunicado su empresa la existencia del expediente, y que no se habían utilizado ni el tablón de anuncios ni la intranet. Por el contrario, fue relativamente activo el correo electrónico, que se usó como vía de comunicación en un 16% de los casos, relegando la carta por correo ordinario a un 3% únicamente.

La mayoría, sin embargo, se enteró por los sindicatos (35%), mucho más activos que las compañías a la hora de trasladar informaciones de esta naturaleza. El 15% fue informado por un compañero o en los pasillos, y un 8% se enteró por la prensa. Éstos últimos no sólo tuvieron que superar el 'mal trago' de enfrentarse a un posible despido: también sintieron el ser siempre los últimos en enterarse.

Sorprende que ni uno solo de los trabajadores que conoció la noticia a través de una filtración tuvo la oportunidad de hablar inmediatamente después con un superior. Pero hay más: un 8% de los entrevistados no obtuvo respuesta por parte de la empresa a sus preguntas. Los que mayor suerte tuvieron, un 20%, recibieron un correo electrónico o convencional dando explicaciones. Reuniones convocadas urgentemente, hojas informativas a disposición de los empleados a la puerta de los centros y el tablón de anuncios fueron las fuentes a las que tuvo que recurrir otro 33%.

Lo peor, la incertidumbre

La mala gestión de una crisis laboral, con despidos selectivos, enrarece el ambiente de los centros de trabajo. La encuesta elaborada por Estudio de Comunicación preguntaba a los entrevistados: ¿cómo es el ambiente de trabajo tras haberles comunicado el expediente? Un 48% de los entrevistados señaló que el ambiente era 'malo' o 'muy malo', otro 26% que era 'regular' y sólo un 13% señaló que era 'bueno' o 'muy bueno'. Tras conocerse la lista de despedidos, la incertidumbre continúa. Un 74% de los trabajadores confirmó que se sentía inquieto 'por las consecuencias del ERE' y que 'seguía hablando de él en los pasillos'.

A estos trabajadores se les preguntó a continuación qué era lo que se comentaba en los pasillos: la respuesta mayoritaria (60%) fue que seguramente, antes o después, la empresa anunciaría otra tanda de despidos. El 31% reconocía que se hablaba constantemente sobre las personas a las que habían echado y sólo 1% confiaba en que las aguas volverían a su cauce más pronto que tarde.

A los trabajadores que habían conservado su puesto de trabajo se les pidió que opinaran sobre las repercusiones de la crisis en su trabajo. La primera reacción de los entrevistados fue reconocer su inseguridad. 'Me ha creado mucha inseguridad', dijo el 25%, frente al 20% que reconoció que no esperaba sentirse afectado. El 22% señaló que 'tendría que trabajar más'.


Marta Matute - Madrid - 26/01/2009

http://www.cincodias.com/articulo/Sentidos/gestion-ERE-asignatura-pendiente-empresas/20090126cdscdicst_1/cds5se/